La Señora Marquesa
El miércoles, como diría la hija de Puttin, fue superfuerte, tiaaa. Resulta que iba a venir de visita al curro la señora marquesa, la dueña del OCASO. Y yo con estos pelos, darling. Me dirijo tan campante hacia mi sitio de costumbre, cuando oigo un grito de horror: OOOHHH!!! HAS VENIDO EN VAQUEROS!!! Pues sí... como el 80% de los días. Y es que resulta que a las 10 menos cinco de la noche tenía un aviso de llamada del otro coordinador para decirme que al día siguiente fuera en traje a currar!!! Menos mal que tenía el móvil apagado. Se habían dedicado a llamar a todas las chicas para decírselo.
Resulta que la cacatúa en cuestión (a la cual no le vi el pelo, ni ella a mí las piernas, por suerte, porque se presentó a las 14.10) dirige la compañía con la mano férrea de las directrices anti feministas de su madre, quien despechada porque su marido le había puesto los cuernos con una telefonista, prohibió que se contratara a mujeres en la empresa. Imagínate si encima esas mujeres pecaminosas y perdidas se presentan en vaqueros... no te quiero ni contar. De manera que nos distribuyeron de manera estratégica para que no se nos viera demasiado, vamos, que un poco más y nos meten en el cuarto de las escobas. Total para nada.
Superfuerte, tiaa
Aunque aún es más superfuerte si cabe la realidad de la que me he percatado en mi puesto de trabajo... TODAS las chicas que estamos allí, hablamos algún idioma "autonómico" (aparte del apañó, claro). Los chicos, ninguno. No "casi ninguno", no, NINGUNO. Y cobramos lo mismo, claro. Conclusión: se tiene que justificar nuestra presencia de alguna manera, no? Porque tiene el mismo valor un hombre sin formación (los hay sin la carrera acabada, mientras que una de nosotras fue la primera licenciada en ingeniería industrial de la U. de Vigo), que una mujer que hable un idioma.
Hay otros pequeños detalles: en el turno de noche, que va por parejas, nunca ponen un chico y una chica. Siempre dos del mismo sexo. Etc.
A lo mejor se creen que nos están haciendo un favor. Menuda tiparraca la señora marquesa. Veréis cuando se lo cuente a mi madre. Con una carrera y pico, tengo que ir con traje a trabajar mientras estoy allí sentada aguantando el chaparrón de la marquesa mientras me los retrasados mentales me chillan en el oído porque no va el fontanero o porque a su marido se le han roto las gafas y la póliza no lo cubre.
Voy a ir buscándome otra empresa donde mis tetas no pesen tanto. O mejor, me voy a hacer funcionaria. Bueno, me consuelo pensando que por lo menos, en este curro basura que te mina psicológicamente, tengo una silla. Los hay peores, donde se aguantan cosas parecidas, pero de pie.
Resulta que la cacatúa en cuestión (a la cual no le vi el pelo, ni ella a mí las piernas, por suerte, porque se presentó a las 14.10) dirige la compañía con la mano férrea de las directrices anti feministas de su madre, quien despechada porque su marido le había puesto los cuernos con una telefonista, prohibió que se contratara a mujeres en la empresa. Imagínate si encima esas mujeres pecaminosas y perdidas se presentan en vaqueros... no te quiero ni contar. De manera que nos distribuyeron de manera estratégica para que no se nos viera demasiado, vamos, que un poco más y nos meten en el cuarto de las escobas. Total para nada.
Superfuerte, tiaa
Aunque aún es más superfuerte si cabe la realidad de la que me he percatado en mi puesto de trabajo... TODAS las chicas que estamos allí, hablamos algún idioma "autonómico" (aparte del apañó, claro). Los chicos, ninguno. No "casi ninguno", no, NINGUNO. Y cobramos lo mismo, claro. Conclusión: se tiene que justificar nuestra presencia de alguna manera, no? Porque tiene el mismo valor un hombre sin formación (los hay sin la carrera acabada, mientras que una de nosotras fue la primera licenciada en ingeniería industrial de la U. de Vigo), que una mujer que hable un idioma.
Hay otros pequeños detalles: en el turno de noche, que va por parejas, nunca ponen un chico y una chica. Siempre dos del mismo sexo. Etc.
A lo mejor se creen que nos están haciendo un favor. Menuda tiparraca la señora marquesa. Veréis cuando se lo cuente a mi madre. Con una carrera y pico, tengo que ir con traje a trabajar mientras estoy allí sentada aguantando el chaparrón de la marquesa mientras me los retrasados mentales me chillan en el oído porque no va el fontanero o porque a su marido se le han roto las gafas y la póliza no lo cubre.
Voy a ir buscándome otra empresa donde mis tetas no pesen tanto. O mejor, me voy a hacer funcionaria. Bueno, me consuelo pensando que por lo menos, en este curro basura que te mina psicológicamente, tengo una silla. Los hay peores, donde se aguantan cosas parecidas, pero de pie.
3 comentarios
el marques -
osiris -
tapuntas?
hiddenface -